Este año, la celebración del aniversario de la Declaración de Alma-Ata en su rendición de cuentas renueva los valores mas importantes como: «Permitir a todas las personas llevar una vida sana y promover el bienestar de todas las personas de todas las edades». «Aquí están algunas de estas lecciones clave: deben identificarse y eliminarse sistemáticamente los obstáculos al acceso a la atención sanitaria; la fragmentación y segmentación de los sistemas y servicios sanitarios conducen al fracaso; la participación social sobre el terreno es necesaria para el éxito; los gobiernos nacionales deben liderar y apoyar el proceso hacia la salud universal, en coordinación con los asociados; «universal» significa universal, sin excusas ni medidas a medias para proporcionar todos los servicios de salud necesarios a todos.
Los sistemas de prestación de salud
En Colombia por ejemplo tenemos el caso de las EPS que gestionan en diferentes regímenes los aportes previsionales, cesantías, pensiones y certificaciones de afiliación al sistema. El plan fué creado bajo la ley 100 del año 1994. Desde hace unos años han sucedido varios plroblemas con algunas EPS que han cambiado de dueño o han dado quiebra. Si bien las mas conocidas como Sura, Nueva EPS, Coomeva u otras, siguen trabajando, se han reunido grupos de socios para hacer sus reclamos. También tenemos otros sistemas como en Argentina que funcionan las prestadoras Prepagas y debido a los problemas económicos de los últimos tiempos, varias emrpesas han declarado su situación econonómica al límite de la quiebra y así en diferentes partes del continente. La salud universal no puede lograrse sin la presencia de políticas, programas y acciones multisectoriales que aborden los determinantes sociales de la salud.
Avances de la salud pública en latino-américa
Para avanzar hacia el mayor nivel posible de bienestar físico, mental y social, es necesario mantener el compromiso de larga data de los Estados Miembros de la OPS y la BSP con los valores y principios de la APS, la promoción de enfoques de salud basados en los derechos, el desarrollo equitativo de la salud nacional y los conceptos de participación e inclusión.
Si bien las cuestiones prioritarias de salud pública para la Región de las Américas pueden parecer invariables -incluidos el fortalecimiento de los sistemas de salud, la prevención y el control de las enfermedades transmisibles y no transmisibles, y las emergencias de salud pública-, están en constante evolución. A medida que pasan los años y el contexto de la cooperación técnica cambia, bajo la influencia de los nuevos desarrollos y conocimientos, también debe haber una evolución en las estrategias, mecanismos, metodologías y técnicas utilizadas por los Estados Miembros de la OPS y la BSP para mantener y mejorar la salud de los pueblos de las Américas.
Promoción de la salud pública y privada
Habida cuenta de los cambios en el panorama político de los países y subregiones de las Américas, es preciso fortalecer la promoción de la salud universal y la atención primaria de la salud a fin de mantener los avances logrados en la región en materia de salud, abordar las cuestiones emergentes y reemergentes y promover el Programa de Desarrollo Sostenible para 2030, manteniendo al mismo tiempo el enfoque orientado a los países adoptado por la Oficina de Planificación Estratégica y estimulando los intercambios entre los propios Estados Miembros.
Equidad
La búsqueda de la equidad en salud requiere un fortalecimiento de la participación social y el diálogo con las comunidades. La participación de la sociedad civil, que hace posible una estrategia centrada en las personas para el fortalecimiento de los sistemas de salud y la aplicación del enfoque de la APS -en el que las personas son socios que se hacen cargo de su propia salud y de la salud de sus comunidades- es un elemento esencial para avanzar hacia la salud universal. En la lucha por lograr la salud para todos, especialmente para las personas en situación de exclusión y vulnerabilidad, las alianzas de la OPS deben seguir incluyendo a las organizaciones de la sociedad civil y otros actores no estatales, dentro de los parámetros definidos por FENSA, según lo prescrito por los Estados Miembros de la OPS.
Universalización de la salud
Los gobiernos de los Estados Miembros de la OPS siguen siendo responsables de la salud y el desarrollo de sus ciudadanos, países y territorios. El liderazgo del gobierno y la voluntad política para fortalecer el enfoque de la APS y avanzar hacia la salud universal son elementos fundamentales de los procesos de fortalecimiento y transformación de los sistemas de salud en la Región. La función de liderazgo de las autoridades sanitarias les exige fortalecer su capacidad técnica para formular y aplicar políticas de salud, así como exigir y contribuir a la formulación y aplicación de todas las políticas públicas que promueven y sostienen la salud universal. Esta capacidad técnica implica determinar la viabilidad, la viabilidad y la legitimidad de los cambios necesarios, analizar las necesidades sanitarias y los determinantes sociales de la salud y definir las intervenciones adecuadas. A fin de persuadir y ayudar a los gobiernos a adoptar medidas multisectoriales a nivel de la sociedad para avanzar hacia la salud y la equidad universales, la BSP debería incluir, entre otras cosas
Entre sus actividades figuran la sensibilización y el suministro de información basada en datos empíricos para la adopción de decisiones acertadas, el intercambio de conocimientos y experiencias adquiridas y la promoción de la cooperación entre los países.
Los mecanismos, los lugares y la rendición de cuentas para la participación social son herramientas esenciales para asegurar que el diseño y la implementación de las políticas de salud estén alineados con las expectativas y necesidades de la población. El desarrollo de un modelo de atención individual y comunitaria permite la inclusión de los ciudadanos y la sociedad civil como actores clave en este proceso. Esta es una buena oportunidad para implementar estrategias innovadoras y creativas para aumentar la participación comunitaria y social, y para permitir que las personas tomen decisiones óptimas sobre su propia salud.